Guanajuato, Gto.- De albañil a ayudante de perforista en varias minas de Guanajuato, fue parte del trabajo de Jesús Hernández Ortega, que a sus 77 años, sigue buscando llevar el sustento a su casa, de ¡viene, viene! y lavando coches en los túneles de la ciudad. El adulto mayor y su esposa están a cargo de su nieto, un joven con capacidades diferentes.
La historia que contó Jesús es, que desafortunadamente, el no haberse jubilado ha sido un conflicto en su edad adulta, porque hay días en los que apenas y si les alcanza para comer a él a su esposa Francisco Ramírez Palafox de 80 años, a su hija y a su nieto, con los que vive.
El capitalino, relató que la mayor parte de su vida la realizó trabajando en las minas o en proyectos de albañilería en casas de Guanajuato, inclusive en la construcción de los túneles que hoy sirven como avenidas.
El detalle de Jesús es que se encuentra enfermo de diabetes y problemas en la vejiga, que constantemente lo han tenido en el hospital y que le ocasionan que algunos días no llegue a laborar en la subterránea Miguel Hidalgo, por la zona de Cantarranas.
Ahí busca que los automovilistas que se estacionen, lo apoyen con algunos pesos por cuidar los vehículos o por lavarlos, subrayando que en muchas de las ocasiones, ni las gracias le dan y que pese a que tiene el apoyo de la tarjeta del bienestar no les alcanza para subsistir.
“Nunca tuvo pensión, era minero, trabajó en La Cooperativa, era ayudante de perforista, el dinero que gana es para nosotros y mi nieto Gersón que es un niño especial, porque su mamá se va a trabajar y nosotros nos hacemos cargo”, dijo Francisca, previo a llevarle de desayunar a su esposo y de ahí visitar en templo de La Compañía para pedirle a Dios que los socorra.
