Por | La máscara
Columna.- Que pinche coraje tengo de ver la imagen de un niño muerto a la orilla del mar, no lo conocía y posiblemente jamás lo iba a conocer, pero me hace reflexionar sobre las diferencias de clases que hay entre las personas, en México la clase política parece no entender que el pueblo ya está cansado de verlos, de ver su sonrisa y su cinismo.
Es una realidad palpable, escucharlos en tribuna “disque” defendiendo los intereses de los mexicanos, sin embargo ni se bajan el sueldo, ni se disminuyen todos esos privilegios que tienen al llegar a un cargo público.
Es una tristeza tener que aguantar un saludo que va plagado de interés por caer bien o que les caiga bien esa persona a la que se acercan y no lo digo por todos, porque también hay algunos funcionarios dedicados al ejercicio social.
Es un punto personal y no con ello digo que sea una blanca paloma a la que no puedan juzgar, sin embargo quiero ser muy enfático en el ejercicio público, donde a diario se ven a funcionarios en vehículos oficiales queriendo justificar que es por su trabajo, pero esos vehículos son de todos los mexicanos.
Es lamentable ver al senador, diputado, alcalde, director, secretario, que quieran o deban ser tratados como reyes o virreyes, con grandes camionetas, escoltas y sueldos que un mexicano común jamás va a obtener.
Es irrisorio ver a los políticos que digan “la gente me quiere, ya me toca”, ¿quiénes les dicen eso?, pues todo ese pueblo que necesita o pretende un puesto en esas esfera de gobierno, porque no saben qué hacer y esos personajes “autoqueridos”, ególatras y nefastos sólo piensan en el poder a condición del pueblo.
Es palpable que hay demasiados reporteros en las redes sociales, no por ser competencia de los medios, sino porque hay personas que necesitan más espacios de expresión que posiblemente nos quieten la chamba a algunos comunicadores, pero al menos con ellos pareciera que el libre albedrio no es coartado.
Es posible que cada párrafo lo inicie con “ES”, pues claro que sí y no terminaría de escribir y escribir, pero es fundamental que cada político haga su trabajo, la sociedad entienda que el trabajo del servidor es servir y que ese servidor, entienda que el mejor legado que pudiera obtener aparte de ser bien remunerado es dejar algo mejor al México con el que se ha topado.