En México ya es deprimente ver y vivir el día a día como una persona de a pie y el discurso que se avientan cada uno de los políticos ya es tan irrelevante que nadie les cree, a nadie le importa su saludo, su palabra y menos sus acciones, porque parecen falsos profetas, mentirosos y hasta traidores a la patria.
Por un lado dicen los Panistas que estaban en desacuerdo con la reforma y ahora con el aumento de la gasolina, los priistas lo defienden, los de MORENA dicen ser los que tenían la razón y de los otros partidos “oportunistas” ya ni se diga.
La realidad es que el pueblo mexicano está llorando y a los políticos no les importa un grano de mostaza y eso es muy fácil de ver, pues ninguno se ha bajado el sueldo y lo ha propuesto de verdad, ya que algunos dicen proponer las reducciones de su salario para darlo a los pobres, pero ellos cuando han vivido como pobres.
Es lastimoso ver a todos los políticos carroñeros, buscando cómo hacer que el Presidente de México Enrique Peña Nieto caiga más de lo que pudiera caer, cuando en lugar de eso, deberían ver cómo levantar al país.
En este momento los ejecutados ya pasaron a un segundo o tercer plano, ahora lo que importa es que en cada familia alcance el dinero para poder medio vivir y solventar esos gastos tan básicos como la comida, la bebida y el techo.
Gracias a todos los servividores públicos que se jactan de decirse que son íntegros, gracias por esas bellas palabras que expresan en cada evento, en el que trajeados o bien vestidos sencillos pa’ asemejarse al pueblo, gracias por esas muestras de humildad que han denotado, gracias por todo, gracias por tener de esta forma al país, gracias por auto aumentarse el sueldo, gracias por ser deshonestos, pues de lo contrario no nos fijaríamos tanto en la corrupción en la que se manejan, por eso y muchas cosas más muchas gracias.
