Por redacción
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México, DF.
Entre manifestaciones contra la reforma educativa, entregó el gobierno de Enrique Peña su primer informe de gobierno al congreso mexicano.
Ricardo Anaya, presidente de la Cámara de Diputados, declaró el inicio de un nuevo periodo ordinario de sesiones del Congreso y recibió el informe de manos del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
La Presidencia sin embargo, no divulgará el contenido del informe hasta hoy lunes, una vez que el presidente Peña Nieto halla emitido su mensaje a la nación desde la residencia presidencial de Los Pinos a las 10 horas.
Antes de la entrega del informe llegaron a la cámara de diputados varios grupos de manifestantes, que fueron recibidos por alrededor de seis mil agentes policiales que resguardaban el recinto.
Alrededor de cien jóvenes, que se identificaron como “anarquistas”, chocaron en diversas ocasiones con miembros del cuerpo de granaderos de la policía capitalina, que informó que tres personas fueron detenidas a raíz de estos choques, y a quienes se les encontraron armas como una navaja, un punzón, un tolete, bombas molotov, petardos y hasta un machete.
Otras manifestaciones como la del movimiento estudiantil “Yo soy 132” se hicieron presentes, y por su parte la CNTE que en todo momento procuró evitar que los integrantes del contingente anarquista se infiltraran a sus filas.
Francisco Manuel Villalobos, uno de los representantes de la CNTE, dijo ante los medios ahí reunidos, “Si se llega a aprobar esta ley tendremos que definir con mucha claridad nuestras acciones y entrar a la fase de la verdadera resistencia”.
El diputado Roy Argel Gómez Olguín, del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), dijo la iniciativa podría ser presentada al pleno en la sesión del martes en la Cámara de Diputados.
Es así como a casi un año de su toma de posesión el presidente Peña Nieto llega a su primer informe entre manifestaciones, y con una economía en desaceleración, además del gran reto de impulsar su agenda de reformas pendientes como la energética, que ya cuenta desde un inicio con el rechazo de la izquierda.
