Pénjamo, Guanajuato.- El exfutbolista Eduardo Cisneros Manríquez, mejor conocido como “El Vaquero”, nació el 14 de mayo de 1953 en Pénjamo, Guanajuato. Como mediocampista ofensivo, dejó su huella en el fútbol mexicano durante las décadas de los 70 y 80, destacando en equipos de la Primera División y siendo convocado a la Selección Nacional para el Mundial de Argentina 1978.
A lo largo de su carrera profesional, jugó en equipos como:
- Tiburones Rojos de Veracruz (1975-1976)
- Atlético Potosino (1976-1977 y 1979-1981)
- CF Monterrey (1977-1979)
- Club Deportivo Guadalajara (1981-1985)
- Club Deportivo Irapuato (1985-1986)
En total, disputó 322 partidos, acumulando 26,250 minutos de juego y marcando 65 goles, consolidándose como un referente en el mediocampo mexicano. Además, fue campeón con Chivas en la temporada 1986-87, cuando el equipo venció a Cruz Azul en la final, y subcampeón en dos ocasiones: en 1983-84 ante América y en 1986-87 contra Puebla.
El penal que marcó su historia
Cisneros no olvida aquella tarde del 10 de junio de 1984, cuando se disputaba la final del fútbol mexicano entre Chivas y América en el Estadio Azteca. Al minuto 42 del primer tiempo, con el marcador global empatado, el árbitro marcó un penal a favor del Rebaño. El mediocampista tomó el balón con la oportunidad de poner en ventaja a su equipo, pero su disparo fue detenido por el arquero Héctor Miguel Zelada.
“El portero del América era muy listo, muy vivo. Además, fue uno de los más grandes que ha llegado al fútbol mexicano. Se tomó el tiempo de estudiarme y me detuvo el disparo”, recordó Cisneros.
El error costó caro. En la segunda mitad, América aprovechó los descuidos del Rebaño y terminó ganando 3-1, arrebatándole el título a Chivas.
Años después, Zelada ha bromeado con su exrival: “Tú me hiciste famoso, Lalito, por ese penal”, le ha dicho el argentino al mexicano, quien aún se pregunta: “¿Qué hubiera pasado si ese penal entra? Tal vez la historia sería diferente”.
Su amor por Chivas y el rechazo al América
Desde niño, Cisneros fue aficionado de Chivas, lo que lo llevó a rechazar una oferta del América en 1978. En ese año, tras terminar su contrato con el Atlético Potosino, recibió una propuesta de Monterrey, pero el América intentó doblarle la oferta mediante Panchito Hernández, uno de sus buscadores de talento.
“Mi respuesta fue negativa: ‘Con ustedes ni regalado me voy’. Con esas palabras se lo dije”, relató Cisneros.
La negativa le trajo problemas, pues José Antonio Roca, entonces entrenador de la selección y ex técnico del América, lo amenazó con dejarlo fuera del Mundial de Argentina 1978. Finalmente, lo convocó, pero no le dio minutos en la competencia.
A pesar de los obstáculos, en 1981 finalmente cumplió su sueño y llegó al equipo más mexicano, las Chivas Rayadas del Guadalajara. En el Rebaño vivió sus mayores éxitos, pero también el episodio más amargo de su carrera.
Crítica al fútbol actual
Con el paso de los años, Cisneros ha expresado su decepción por la falta de pasión en el fútbol moderno, especialmente en los clásicos entre Chivas y América.
“Jugar en Chivas es lo más hermoso que puede haber”, afirmó. Sin embargo, lamentó que hoy en día los jugadores no defienden la camiseta como antes:
“Ya no hay amor a la camiseta, ahora es amor al dinero. Me da vergüenza ver cómo se intercambian camisetas en el Azteca después de un Chivas-América. Ni unos ni otros sienten los colores, eso es una vergüenza”, sentenció el exjugador chivista.