Doña Martha llegó a Irapuato junto a sus padres para ser comerciante

Con 71 años, la comerciante sigue con su negocio de cazuelas y ollas en el Mercado Hidalgo

Irapuato Guanajuato. Martha Beatriz García Ramírez, es una comerciante ubicada en la parte superior del Mercado Hidalgo en el municipio de Irapuato. La originaria de Guanajuato Capital llegó con sus padres J. Natividad García y Rafaela Ramírez al municipio fresero desde muy niña, así comenzaría su vida en el comercio.

“Mis padres todo el tiempo fueron comerciantes, ellos estaban en Guanajuato, mi papá pues era comerciante desde niño porque mi abuela vendía cazuelas y ollas, mi papá tenía una tienda de abarrotes muy grande, cuando mis papás se casaron pues ya mi madre también atendía la tienda, ya después nos vinimos para acá por algunas circunstancias, cuando nos veníamos tenía como 9 años y pues ya tengo como 60 años vendiendo ollas y cazuelas”, dijo doña Martha.

Una vez concluida la primaria, Martha dejo los estudios para dedicarse por completo al negocio de sus padres en ese entonces.

“Cuando salí de la escuela fue cuando me dediqué por completo a esto, les ayudaba a mis papás, mientras los otros hermanos estudiaban o trabajaban”, comentó la comerciante.

Dentro de la mercancía que la comerciante ofrece en su negocio hay una gran variedad de productos, todos ellos relacionados a las artesanías, mismas que se las traen desde diferentes puntos del país.

“Vendo de todo (alcancías, tazas, platos, canastas etc.), pero lo que más vendo son cazuelas y ollas. Nos lo traen de Michoacán, las canastas nos la traen de Tequisquiapan, de diferentes partes nos traen mercancía””, expuso Martha.

A lo largo de estos casi 60 años con su negocio dentro del Mercado Hidalgo, Martha tiene diversos recuerdos y anécdotas, mismas que recuerda con mucho cariño.

“Todo para mí ha sido muy bonito porque me gusta mi trabajo, dicen mis hijas – ¡Quieres más a tu negocio que a nosotros! -, pero no, no lo quiero, pero ahí estoy satisfecha y estoy feliz”, señaló la comerciante.

Pese a que las ventas no son muchas, poco a poco la comerciante sale al día, y vende de todo un poco.

“Gracias a Dios no hay una cosa que diga esto no se vende, todo vendemos, el año pasado que nos cerraron le digo yo a mis compañeros que demos gracias a Dios que estamos vivos y volvimos a regresar al trabajo”, puntualizó la comerciante.

Para la comerciante, la pandemia ha sido uno de los mayores retos con los que ha tenido que lidiar, pues debido a estar “encerrada” desarrolló depresión.

“Pues a lo mejor sí es lo más feo, porque me enfermé, les decía a mis hijas – No trabajo y gastan en mí-, pero miren, volví y aquí estoy. Yo no estoy acostumbrada a estar encerrada e imagínate 3 meses encerrada, ya me ponía a hacer una cosa y luego otra y ya me decía una hermana -¡Ya siéntate! -, pero como no estoy acostumbrada a hacer nada”, expresó doña Martha.

Finalmente, la señora mandó un mensaje a toda la gente que la reconoce y la recuerda.

“Me conoce mucha gente y agradecida estoy de que vengan y se acuerden de uno”, finalizó Martha Beatriz García Ramírez.

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