Irapuato, Guanajuato.- A pesar de sus 80 años, don Juan Fonseca tiene que salir a buscar el sustento de su familia para poder sobrevivir.
Don Juanito es un adulto mayor que no descansa ni un sólo día a la semana, pues dice que si lo hace ése día no come, motivo por el que trabaja de lunes a domingo de nueve de la mañana a diez de la noche, abriendo la puerta en un Oxxo ubicado a la salida a León y regando las áreas verdes.
El adulto mayor dice trabajar ahí por unos cuantos pesos que por voluntad le dan los clientes, porque a su edad le es difícil emplearse en otro lado, situación por la que lleva 3 años con su mismo trabajo que personas encargadas de esta tienda le permitieron hacer.
“La gente que sale me da un peso, a veces dos pesos, algunos no me dan nada, pero lo poquito que sale me sirve para comer, mi esposa me manda comida y si no aquí compro unas galletas” comentó don Juan.
Don Juanito permanece 13 horas de pie controlando el acceso en el Oxxo durante esta pandemia, para poder llevarle algunas monedas a su esposa con la que vive, de sus 7 hijos que tuvo, uno de ellos es quien lo deja y lo recoge a las 10 de la noche, con el que dice sentirse acompañado y seguro para regresar a su casa en motocicleta de su hijo.
En nuestro país residen 15.4 millones de personas de 60 años o más, de las cuales 1.7 millones viven solas. Sólo 41.4% son económicamente activos, y 69.4% presentan algún tipo de discapacidad, de acuerdo con la última encuesta especial del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con el economista Raúl Martínez Solares, México se enfrenta la realidad de una población que, acercándose o rebasando incluso la edad de retiro, requiere forzosamente continuar trabajando, con el fin de subsanar las carencias derivadas de un sistema de pensiones que no les permite tener un retiro digno, en parte, como resultado de que precisamente tenemos una edad retiro obsoleta en términos de la esperanza de vida real de los mexicanos.
