México.- Un equipo de arqueólogos internacionales, entre los cuales se destaca la participación de una especialista mexicana, ha realizado un sorprendente descubrimiento en las selvas de Campeche: una ciudad maya oculta que lleva el nombre de Valeriana. Este hallazgo se logró gracias al uso de tecnología avanzada conocida como Lidar, que permite escanear grandes áreas de terreno con láser y crear mapas de alta precisión de estructuras enterradas.
El descubrimiento se produjo de manera fortuita durante la búsqueda de datos en internet por un estudiante, quien se topó accidentalmente con tres sitios arqueológicos. Estas áreas cuentan con impresionantes estructuras que incluyen pirámides, campos deportivos, caminos conectores y anfiteatros. Las dimensiones de Valeriana son comparables a las de la capital de Escocia, Edimburgo, lo que sugiere la magnitud y relevancia de esta antigua ciudad.
Durante la etapa de procesamiento de datos, Auld-Thomas, uno de los arqueólogos liderando la investigación, identificó que se habían pasado por alto 6,674 estructuras mayas previas, lo que finalmente condujo al descubrimiento de Valeriana, la cual floreció durante el Periodo Clásico de la civilización maya.
Los nuevos yacimientos se localizan al este de Campeche, a pocos kilómetros de Calakmul, y algunas de estas estructuras están interconectadas con cuevas que han colapsado con el paso del tiempo. Con este descubrimiento, los expertos consideran que Valeriana podría ser el segundo sitio maya más grande después de Calakmul, que es reconocido como el mayor sitio maya precolombino.
En cuanto a la densidad de edificios, Valeriana ocupa el segundo lugar en relación con Calakmul, destacando la complejidad y riqueza cultural de esta civilización. Aunque los arqueólogos aún no han determinado con certeza las causas que llevaron a la desaparición y abandono de la ciudad, se sugiere que podría haber estado relacionado con el cambio climático.
Es importante mencionar que Valeriana permanece oculta, dado que se encuentra a solo quince minutos a pie de una carretera principal cerca de Xpujil, donde reside una comunidad mayoritariamente compuesta por descendientes de los mayas. Este descubrimiento no solo abre nuevas puertas al estudio de la historia maya, sino que también proporciona una mayor comprensión de la vida y cultura de este asombroso pueblo antiguo.
Este hallazgo resalta la importancia de la investigación arqueológica contemporánea y el uso de tecnologías innovadoras para desvelar los secretos del pasado.