Acoso Sexual en California: Entre la Legislación de Vanguardia y la Realidad Laboral
California es uno de los estados con el marco legal más avanzado en Estados Unidos para combatir el acoso sexual en el ámbito laboral. Sin embargo, la persistencia de casos graves demuestra que el problema no es solo jurídico, sino cultural, estructural y profundamente enraizado en ciertas dinámicas de poder dentro de los espacios de trabajo.
La ley californiana —a través de la Fair Employment and Housing Act (FEHA)— reconoce dos formas principales de acoso sexual: el acoso por ambiente de trabajo hostil y el acoso sexual quid pro quo. El primero se manifiesta cuando una conducta sexual no deseada crea un entorno intimidante o humillante para la víctima, afectando su tranquilidad emocional y su desempeño laboral. El segundo ocurre cuando se condicionan beneficios o decisiones laborales a la aceptación de insinuaciones o favores sexuales. Ambos son ilegales y pueden dar lugar a demandas con compensaciones significativas.
Casos que marcaron precedentes
Las cifras y los fallos judiciales muestran la gravedad del fenómeno. En 2017, el jurado del condado de Riverside otorgó $2,5 millones a Michele Coyle tras ser despedida por denunciar un entorno laboral marcado por la discriminación de género y la indiferencia de sus superiores ante las quejas – explican en MSD Lawyers, expertos en litigios de acoso sexual en Los angeles. Ese mismo año, una trabajadora del condado de Los Ángeles recibió $400.000 luego de ser acosada por un supervisor que le enviaba fotos sexuales y la humillaba públicamente. Los veredictos reflejan que los tribunales están reconociendo el impacto emocional, social y profesional de estas agresiones.
Un problema extendido más allá del papel
Aunque la ley es clara, muchas empresas no cumplen con los protocolos mínimos de prevención, y las víctimas suelen enfrentarse a represalias, aislamiento o silenciamiento. La ley exige que los empleadores tomen medidas proactivas para prevenir el acoso y actúen con rapidez ante cualquier denuncia. Aun así, es frecuente que las gestiones de recursos humanos desestimen las quejas, se proteja a los acosadores —sobre todo si ocupan posiciones jerárquicas— o se intente resolver los casos mediante acuerdos confidenciales que no cambian la cultura organizacional.
Lo que dicen los datos
Según el informe anual del California Civil Rights Department (2022), más de 6.000 quejas por acoso sexual fueron registradas ese año. Muchas de estas denuncias no provienen de grandes corporaciones visibles, sino de sectores como la atención al cliente, la hostelería y el trabajo agrícola, donde el poder del empleador sobre el trabajador es aún más asimétrico. (CRD Annual Report 2022)
En México, y particularmente en el estado de Guanajuato, el acoso sexual laboral sigue siendo una problemática muchas veces invisibilizada o minimizada. Aunque existen leyes federales como la Ley Federal del Trabajo y la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia que sancionan estas conductas, la implementación efectiva de mecanismos de prevención y sanción aún presenta enormes desafíos. En entidades como Guanajuato, donde persisten estructuras laborales jerárquicas y una fuerte cultura conservadora, muchas víctimas no denuncian por miedo a represalias o por la falta de confianza en las instituciones.