Irapuato, Guanajuato.- El rescatista entró al cuerpo de bomberos cuando tenía 9 años de edad y a los doce ya había rescatado su primer ahogado, a la fecha mencionó que perdió la cuenta de cuantos rescates lleva, pero han sido “muchísimos”.
El primer rescate al cual José Luis participó como buzo fue en el municipio de Valle de Santiago, en el volcán conocido como la Alberca y dijo:
“Era cuando el volcán estaba en su mero apogeo, mucha gente iba los domingos y casi siempre había un ahogadito, pues muchos iban a echar “trago” y no median las consecuencias y se metían; yo tendría alrededor de 12 años.”
El bombero entró al cuerpo de bomberos cuando tenía 9 años de edad y a los doce ya había rescatado su primer ahogado, ha la fecha ya ha perdido la cuenta de cuantos rescates lleva, pero han sido muchísimos.
Dentro de los rescates más complejos que ha tenido en su carrera, el buzo rescatista comentó que fue cuando una maestra, que transportaba a varios pequeños de un jardín de niños, perdió el control de su camioneta y la unidad terminó en las aguas del canal de Coria, en el accidente al buzo le toco rescatar los cuerpos de los nueve niños que fallecieron ahogados en las aguas del canal.
“Es lo más doloroso, rescatar el cuerpo de un niño, hasta a uno se le salen las de cocodrilo, aunque uno se hace el fuerte, pero sí se le salen a uno, ese es el rescate más sentimental, el más difícil por lo emotivo del rescate.”
Según recuerda el rescatista del agua, la maestra se salvó del accidente, sin embargo, cuentan que la maestra no pudo superar la desgracia, pues las circunstancias que rodearon el accidente fueron fatales, pues iban a festejar, la maestra al parecer preparó un festejo pues era su cumpleaños y había llevado a los niños a su casa pues había organizado un convivio y todo terminó en desgracia.
Unos de los últimos rescates en los que ha participado José Luis, fue en la búsqueda de un joven que se ahogó, en el municipio de Jaral; ya tenían varios días buscándolo y no encontraban el cuerpo, las autoridades pidieron el apoyo de experimentado buzo y fue a ayudar en la búsqueda; rápidamente, José Luis con su experiencia de años, logró dar con el cuerpo del joven que se encontraba a unos 25 metros de donde había ocurrido el accidente.
El buzo comentó que es muy complicado rastrear a un cuerpo debajo de un cuerpo de agua, pues en la mayoría de los casos no se ve nada y comentó:
“hay que estar llevando la búsqueda a partir del tacto, “a tientas”, es como ir en un cuarto obscuro, ahí se encuentra uno con piedras, espinas, vidrios, es muy riesgoso, por eso a muchos no les gusta el buceo de rescate.”
