Salamanca, Guanajuato.- “Vivimos al acecho del crimen organizado” dijo María “N”, comerciante artesana originaria de la ciudad de México pero residente en Salamanca, quien argumentó que ella y su familia son perseguidos constantemente para asaltarlos, situación por la que han optado por vivir en improvisadas casas de lámina con tal de despistar a los delincuentes.
María “N”, comerciante de “Mazahuas Artesanías” en Salamanca, dijo haber sido asaltada en carretera en varias ocasiones cuando viene de surtir su mercancía desde la ciudad de México, además de que una vez le secuestraron a dos de sus hijos quienes también son comerciantes.
“Se llevaron a mis hijos por resistirse a que se robaran la camioneta con la mercancía, los golpearon, los amenazaron y los soltaron a pié de carretera”.
María “N” dijo que ella y su familia tienen derecho a trabajar y se ganan la vida honradamente, pero está decepcionada de las autoridades quienes no han hecho nada cuando ha denunciado, ya que las amenazas y las extorsiones siguen siendo un problema constante con el que tienen que lidiar en una ciudad donde los delincuentes viven a expensas de los trabajadores.
“Tengo miedo que a mis hijos les vuelva a pasar algo, por eso optamos por vivir sin apariencias porque apenas sacamos para mantenernos nosotros y aun así nos persiguen para cobrar la famosa “plaza” concluyó la comerciante.
