Un Pintor de la Música

Huanímaro, Gto.- Rubén Armenta García es un hombre que ha visualizado el retrato y la música en lienzos multicolores que reflejan la espontaneidad de un artista. El pintor originario de San Cristóbal en Huanímaro, propone en su sentido gutural la rizpídez que vive la falta de cultura en la propia cultura.

Ataviado con un saco deportivo, zapatos casuales y una camisa punteada, el huanimarense ha consolidado un marcado estilo pictórico con obras que están elaboradas en grandes oleos, acrílico o simplemente con lápiz al carbón.

Al cuestionarle sobre sus inicios, “Armenta” como se hace llamar en sus obras, ha inmortalizado el flamenco, el saxofón y las vertientes que tiene la población mundial con rasgos que difieren a las diversas razas en la sociedad.

El artista no le teme a la “obscuridad” del propio arte, pero lo define como un medio de subsistencia al subrayar que poco se reconoce el trabajo cultural y místico que guarda en los momentos en que fueron realizadas las obras.

En la sala de exposiciones de la nueva Casa de la Cultura, Rubén intentó vender algunos de sus cuadros, sin embargo a pocos le interesaban a pesar de que las formas y expresionismo daban cuenta de la calidad que tiene en sus manos e intelectualidad que maneja en sus sentidos más ínfimos.

Armenta, denota una sencillez pragmática en lo que pinta, pues pocos artistas tiene definida la música como una “musa” para inspirarse, detallando que entre sus recovecos el artista español “Paco de Lucia” ha sido un gran momento para detallar los cuadros.

El blues y el jazz también han sido fuentes que se han manejado en otros aspectos y que han formulado situaciones de crecimiento al entablar detalles de personajes cotidianos con rasgos de tradición.

Como por ejemplo un cuadro en el que la figura una persona que asemeja a un torero que viste de luces, toca el saxofón y su relieve es el de un hombre de color.

Al igual la singularidad del rostro de una mujer, con un rostro recio, labios gruesos, una vista perdida, pero con un cuerpo esbelto que demuestra la sensibilidad con la que fue hecho este trabajo.

Rubén Armenta, no sólo se ha quedado con sus conocimientos empíricos, sino que los ha llevado a un nivel más alto, pues en sus tiempos de libertad enseña a niños y personas adultas a pintar lo que sienten a través de pinceles, lápices y objetos con los que puedan dar formas y relieves claros e inimaginables.

“Me nació la pintura así nada más; mis papás son campesinos; he expuesto en el museo, la casa de la cultura y algunos lugares al aire libre; acabo de alguna manera de empezar con esta especie de impresionismo” dijo el pintor.

En otro de los aspectos, mencionó estar triste del avance y a la vez retroceso que ha estado viviendo una gran parte de la sociedad, al detallar que pocos son los que tienen interés en cultivarse a través de las artes.

Además de que poco a poco los personajes que han tratado de inmortalizarse con música, pintura, esculturas y las demás artes han ido desapareciendo por que no existe la conciencia de que “la cultura cultiva al hombre y lo hace fuerte”.

Al finalizar la charla. Armenta, detalló que seguirá haciendo los que más le gusta: pintar; y más aún intentar que el énfasis en el arte se haga cada vez más intenso a fin de que las siguientes generaciones puedan al menos tener un poco de genialidad pictórica.