Irapuato, Guanajuato.- María Elena Pérez Márquez, de 67 años, representa la segunda generación de la relojería “El Zafiro” en Irapuato. Este negocio fue fundado en 1939 por el irapuatense Ramón Pérez Pérez. La relojería comenzó en la calle Santos Degollado, luego se trasladó a la calle Ramón Corona y finalmente, en 1967, se estableció en los portales del Jardín Miguel Hidalgo, donde continúa operando en la actualidad.
“Mi padre era un relojero excepcional, experto en dar vida a los relojes desde la época de los relojes de cuerda”, expresó.
En el año 2000, María Elena asumió el liderazgo del negocio y desde entonces ha estado al frente junto con su hija mayor, continuando el legado de esta reconocida relojería.
“Recuerdo a los compañeros de mi padre, como Rubén Cazares y Bernardo González, quienes siempre venían con él para traerle mucho trabajo y pasar horas charlando. Mi padre tenía muchos clientes y yo lo veía trabajar arduamente”, relató.
Desde temprana edad, María Elena disfrutaba pasar tiempo en la relojería, interactuando con los clientes, escuchando sus historias y anécdotas. Esos momentos se convirtieron en recuerdos inolvidables para ella.
La irapuatense espera que, cuando llegue el día en que ya no esté en el plano terrenal, su hija mayor continúe con el legado que su padre estableció con tanto esfuerzo y dedicación.
“Amo mi trabajo y no hay lugar donde me sienta más feliz que aquí. Agradezco sinceramente a todos los clientes por la confianza que depositan en mí. Gracias por todo”, concluyó María Elena, llena de gratitud hacia aquellos que han sido parte de la relojería “El Zafiro”.
