¡Si te pasas el chicle, se te va a quedar pegado en las tripas!

Típica mentira de una madre en la que todos hemos caído; ahora la ciencia quiere sacarte de la psicosis generada por tus traumas infantiles

La pasión de los niños por los dulces y en concreto, por los chicles, desespera a muchas madres que hartas de ver mascar a sus hijos terminan por asustarlos para evitar que sigan haciéndolo.

Todos alguna vez hemos escuchado ¡no te pases el chicle porque se te va a quedar pegado en las “tripas”! ¿Mito o realidad?

Científicos de la American Chemical Society, explican que, la realidad es que tú cuerpo está mucho más capacitado de lo que imaginas para evacuar objetos que no deberías haber tragado. Con esto la ciencia hace que pierda fuerza esa “mentirilla piadosa” de las mamás y que va de generación en generación.

Resulta que realmente no es para tanto, el estómago no puede disolver o descomponer el chicle de la misma manera que descompone otros alimentos, nuestro cuerpo que es muy listo, cuando ingiere algo que no es capaz de digerir, después de pasearse por el estómago y el intestino, lo elimina por vía rectal.

Masticar chicle puede ser un ejercicio sano e incluso nos puede aportar más de una ventaja, siempre y cuando no tenga azúcar, como:

  • Aumenta la salivación, lo que nos permite mantener los dientes y encías más limpios.
  • Ayudan a calmar la ansiedad cuando se está intentando dejar de fumar.
  • Ayudan a no picotear entre las horas de comida y más cuando se está a dieta.
  • Favorecen en la concentración, ya que el movimiento de la mandíbula estimula la circulación en la zona y oxigenan el cerebro.

Los excesos de chicle también son malos:

  • Dañan los arreglos dentales que tengas.
  • Los que contienen azúcar provocan caries.
  • Los que contienen sorbitol causan diarrea.
  • Si masticas mucha goma de mascar, puedes consumir muchas calorías.
  • Si los niños se pasan varios chicles en un día, pueden padecer estreñimiento crónico.

Lo cierto que algunos de los componentes del chicle no se encuentran en la naturaleza y el cuerpo no tiene enzimas para descomponerlos, esto no quiere decir, que por esto vaya a pegarse a las paredes del intestino. El chicle pasa al intestino, después al colon y finalmente se expulsa, este proceso tarda de uno a tres días.

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