Pénjamo, Guanajuato. La página “2021 Pénjamo política” podría acarrear serios problemas al dueño de la o las personas que pudieran estar detrás, porque al parecer están publicando acusaciones falsas en contra de una persona, al igual que las encuestas publicadas, estarían fuera de la legalidad.
El penjamense identificado como Jonabat Negrete, interpuso una denuncia en contra de quien resulte responsable de las publicaciones realizadas en esta página de Facebook, donde lo señalan como un presunto estafador, junto con otras dos personas ligadas al Partido Verde Ecologista.
“El día de hoy, se dio cumplimiento con la denuncia formal ante el Ministerio Público acerca de las falsas acusaciones realizadas a mi persona por el perfil de Facebook: 2021 Pénjamo Política, en donde la instancia correspondiente lo turnará a la Policía Cibernética para valorar el delito informático.
Asimismo, el número de carpeta de investigación es: 41322 y, así como yo presento pruebas de la falsedad de éstos medios tendenciosos, espero sus argumentos sino, se habrá de llegar hasta donde sea pertinente, ya que es muy fácil señalar para intentar desprestigiar, pero difícil sostener la acusación con argumentos.
Además, como reforzamiento a mi favor, el administrador de dicho perfil habla de años incurriéndose en prácticas deshonestas, a lo cual, si se hace necesario, se presentará la Constancia de No Antecedentes Penales emitida en éste 2021, porque digo, si cometes una falta, difícilmente la víctima omitirá algún proceso judicial en contra y, los antecedentes delictivos como hecho en sí, supondría ser de muy fácil detección para el banco de datos de la Fiscalía General del Estado de Guanajuato al momento en que, una persona se disponga a solicitar dicho documento.
Porque la guerra sucia en tiempos electorales no debe volverse un daño colateral, es que se emprenden tales acciones” dijo el afectado.
Jonabat en su perfil personal escribió lo siguiente “¿Qué ocurre cuando ‘los medios de comunicación’ pierden ética profesional y el sentido de imparcialidad en su práctica? Sencillamente, la información que se presenta desinforma, alude a la simulación y, sobre todo, intentan hacer creer que pueden llegar a influir dentro de la toma de decisiones de terceros mediante el poder las redes sociales y, sin duda, ¡ahí está el detalle!
Ni la reputación de quienes están detrás de las páginas informativas ni el alcance de la conectividad a internet en el municipio lo permiten. Por ende, primero correspondió presentar un claro bloque a favor del PT y su entonces candidato a la Alcaldía para promocionarlo mediante la simulación del posicionamiento personal y político, así como presentar encuestas entre los usuarios y demás, siendo el resultado un claro fiasco al compadrazgo a la profesión al hablarse de aspiraciones y no de contribuciones para mantener su registro como partido en la entidad.
Hoy, por otro lado, ése bloque ahora se ha cambiado de color y es al PAN a quien se impulsa, perdiendo la imparcialidad y siendo juez y parte como lo hicieron notar con el colega. Indiscutiblemente, el dinero mueve voluntades, pero más los estribos en donde nunca los hubo, por éso entre los “pseudo-periodistas” del municipio: ¿A quién le dan pan que llore? Se confirma tras ello que, la profesión se pone dispuesta al mejor postor, donde escasea la ética, la veracidad y la investigación de quienes afirman ser informadores, donde aquí lo realmente relevante es presentar a quien desembolsa la chequera como el bueno de la película y a quien se ha negado a hacerlo, como el villano de la misma, sin ir a la idea de que en reputación y dependencia al erario público: políticos y periodismo local, se encuentran a la par, al mismo nivel”.
Hay que hacer mención que, aunque Facebook se ha convertido en uno de los canales de comunicación más importantes en el mundo, no es medio formal periodístico, porque no están avalados ante un registro de propiedad, ante el SAT y por tanto quienes informen a través de esta plataforma deberían contar con los recursos legales para informar.
En el mismo sentido, toda encuesta o publicación a favor o en contra debería tener una metodología, fuente de información o bien el respaldo de una empresa legalmente constituida.
