Guanajuato, Gto.- Fueron las esquelas y las condolencias entre la comunidad rockera de Guanajuato las que mostraron los hechos reales: Gabriel, cerrajero de oficio, fue el hombre que la noche del 11 de febrero resultara baleado en Plaza de Toros.
Un medio local, opositor al gobierno municipal, difundió el hecho como asesinato. La presidencia municipal respondió con una campaña en redes digitales en la que calificaba la noticia como “información falsa”:
“En Guanajuato, la seguridad comienza con información confiable. No te dejes llevar por rumores, consulta siempre fuentes oficiales. #GuanajuatoTeQuieroSeguro #FuerteYHonesto”.
La realidad era otra: Gabriel fue herido con un arma de fuego cerca de la Plaza de Toros y fue trasladado a una institución médica donde más tarde perdió la vida. A pesar de su deceso, ni la policía municipal ni la corporación confirmaron sobre el resultado final.
“El Negro”, como muchos lo conocían, tenía su cerrajería en Tepetapa. Era parte de la cofradía de rockeros que organizan conciertos en las inmediaciones de la antigua estación de ferrocarril.
Su hermano Ángel publicó:
“Anoche Mataron a mi Hermano el negro solo andaba trabajando”.
La Fraternidad Rocker publicó:
“Con profunda tristeza nos unimos a la pena que embarga al buen Ángel Negro y toda su familia por la irreparable pérdida de su hermano Gabriel “El Negro”… rogamos porque toda su familia tenga pronta resignación y que el buen Gabriel descanse en Paz. Gracias por todos esos buenos trabajos que compartiste Gabriel….”
El cerrajero fue sepultado. Es el asesinado número 20 en lo que va del actual gobierno municipal.
Y aún falta: el mismo día que mataron a El Negro, otra persona fue baleada en las inmediaciones de la Plaza de Toros, convertida en parte de la “zona caliente” de la ciudad. Recibió cinco disparos y estaba grave. No hay información oficia sobre si vive o murió.