Una nueva caravana de migrantes ha comenzado a formarse este lunes en el norte de Honduras, desde donde esperan partir este martes con rumbo hacia Estados Unidos.
Más de una treintena de hondureños, entre ellos niños, mujeres y hombres, han llegado este lunes a la Gran Central Metropolitana, la principal terminal de autobuses de la ciudad de San Pedro Sula, norte del país, donde esperan que otras personas se sumen a la caravana.
Es el caso de la hondureña Rosa Yolanda López, quien dijo este lunes que la pobreza y la falta de empleo en Honduras la empuja a tomar la decisión de sumarse a la caravana de migrantes.
“Estoy dispuesta a irme”, subrayó López, una madre soltera que dijo que era procedente del municipio de Santa Cruz de Yojoa, departamento norteño de Yoro.
López llegó a la terminal de autobuses acompañada de uno de sus siete hijos, de 12 años, con la ilusión de viajar hacia Estados Unidos en busca de una mejor vida.
Es una decisión “difícil”, pero “por trabajo, a uno no le importa ir a sufrir”, aseguró la mujer desesperada por su precaria situación económica en Honduras, donde desde hace dos años no tiene un trabajo permanente.
“He decidido irme, solo Dios sabe si voy a llegar o no”, enfatizó López con la voz entrecortada al recordar que en Honduras quedan sus otros seis hijos, con entre 7 meses y los 8 años de edad.
Los pobres en Honduras “no tenemos trabajo (…) voy con fe (de) que Dios me va abrir puertas para poder llegar adonde tengo pensado llegar”, subrayó López, quien dijo que en Honduras “la vida está difícil”.
Otro hondureño, Francisco García, originario del municipio de Curaren, al sur de Tegucigalpa, la capital hondureña, indicó a Efe que se unirá a la caravana con la esperanza de encontrar el trabajo que no tiene en su país.
“No hay trabajo, por eso uno decide salir para otro lado”, subrayó el hombre, quien señaló que en Honduras se ha dedicado a la agricultura.
Dijo estar consciente de que el “camino (hacia Estados Unidos) es peligroso”, pero, dijo, que “con la fe en Dios” espera llegar y que “todo salga bien”.
“No hay trabajo, entonces uno decide arriesgar la vida en el camino”, subrayó García, que cargaba una pequeña mochila al hombro en la que llevaba unos cuantos cambios de ropa.
La convocatoria de la nueva caravana ha sido difundida en redes sociales, pero hasta ahora no se conoce quién o quiénes son los organizadores.
Las autoridades hondureñas advirtieron este lunes sobre los riesgos de migrar de manera irregular y pidieron a sus compatriotas que “no se dejen engañar”.
“Al pueblo hondureño se le hace un llamado a que no se deje engañar con estos procesos”, dijo la vicecanciller hondureña, Nelly Jerez, al ser consultada por periodistas sobre una nueva caravana de migrantes.
La funcionaria instó a los ciudadanos a no emigrar, porque, aunque es un derecho, son “muchos los riesgos” que enfrentan en el camino.
Al menos once hondureños de los miles de migrantes de la primera caravana que salió de Honduras el 13 de octubre de 2018, aduciendo la falta de trabajo e inseguridad en su país, han muerto en su intento por llegar a Estados Unidos.