Irapuato, Guanajuato. “Mi mamá es una adicta a las medicinas; el clonazepam y otros medicamentos han estado acabando con su vida, al grado de querer terminar con ella”.
El caso de María es algo muy común entre mujeres y hombres especialmente a partir de los 45 años y aunque pareciera que es algo legal, la farmacodependencia o el uso excesivo a los medicamentos ha estado generando depresión y ansiedad a grados tan extremos que muchas de esas personas inclusive ya no quieren vivir.
Tal es el caso de María una mujer de 64 años que intentó quitarse la vida, ingiriendo una cantidad alta de clonazepam, que es un medicamento usado especialmente para poder dormir y mantenerse tranquilo, aunque sus efectos son tan nocivos que causa codependencia y al mediano plazo, depresión y ganas de no vivir.
¿Qué tienes mamá?, “no quiero vivir, siempre estoy con sueño, cansada, enojada, me siento triste”, y porqué tomas tantas medicinas “el médico me las receto, tengo muchas enfermedades, todo me duele”.
La farmacodependencia es una adicción a los medicamentos que usualmente los “enfermos”, se generan o creen estar más enfermos de otros padecimientos a los que realmente tiene y tienden a tomar más medicamentos de los prescritos por un médico.
Los adictos a las medicinas, usualmente padecen de insomnio, depresión, ansiedad, cambios de humor, les dan calambres, les duelen las rodillas, siempre tienen sueño, usan ansiolíticos y antidepresivos como el clonazepam, diazepam y otros medicamentos, ya sea para diabetes, cáncer, presión arterial, entre otras enfermedades.
En el caso de tener una persona con estos síntomas se debe tratar con especialistas y se debe encontrar el origen de la depresión incluso indagar si proviene desde la infancia.
