Irapuato, Guanajuato.- Los migrantes se aglutinan en las banquetas, otros están dentro de las zonas de estacionamiento; ahí hay niños y mujeres embarazadas, todos quieren llegar a la frontera con Estados Unidos, por lo pronto en Irapuato, aguantan el frío, la inseguridad y a las propias autoridades.
Debajo del puente Siglo XXI, existe una gran cantidad de personas, esperando a que salga uno de los trenes que los pudieran ir acercando más a su destino final, es decir, hacía los Estados Unidos o bien a puntos donde puedan mejorar su calidad de vida.
Aquí ya son bastantes personas las que se congregan en este punto; aquí las banquetas son usadas como camas y aquellos “migrantes” que decidieron quedarse ya hasta tienen “casas” de papel, con pisos improvisados de algunas de las cobijas que algunas personas les obsequian.
Ya por la tarde es muy común, ver a filántropos, es decir, a irapuatenses que regalan comida u otras cosas para que al menos, los “visitantes” pueden comer algo, pues algunos de ellos tienen miedo de moverse de ahí y perder uno de los furgones del tren.
Entre los migrantes, abundan los niños, al igual que mujeres embarazadas que tienen que soportar las inclemencias del clima, la inseguridad que ahí mismo se da y en algunas ocasiones, hasta los “moches” a uniformados que les permiten subir a los trenes.
Los migrantes de Irapuato y según las estadísticas que tenía la Casa del Migrante, era de que al menos había de 800 a mil personas por mes que cruzaban por la ciudad y que por cuestión de horas o días permanecían a la espera de una esperanza llamada: tren.
