Pénjamo, Guanajuato.- Lorena de la Paz es una comerciante de lencería y ropa de mujer con más de 35 años de experiencia, originaria dela comunidad Presa del Colorado, en el municipio de Pénjamo contó su historia como comerciante en la calle Emilio Carranza, donde comenzó su abuelo, quien también se dedicaba al comercio en la misma zona.
“Mi abuelo estaba aquí desde que se ponían los que vendían ollas, él vendía frijol y aquí hemos estado todos y para mí ha sido un placer continuar”, comentó Lorena, quien decidió seguir con el legado familiar y convertirse en comerciante, motivada por la necesidad y la falta de otras habilidades.
Para Lorena, ser comerciante es algo maravilloso, ya que le ha permitido conocer a muchas personas. “Yo todos los días vengo bien contenta, yo no me canso, poco fallo porque me fascina mi trabajo, me duela lo que me duela yo vengo todos los días”, explicó.
Más allá de la satisfacción personal, Lorena se siente orgullosa de haber podido darles a sus hijos todo lo que necesitaban gracias a su negocio que con tanto esfuerzo ha mantenido.
En su trayectoria como comerciante, Lorena agradece a sus clientes su lealtad y preferencia. “Si ellos no me compraran, yo no sería nada, gracias a todos”, dijo con gratitud.
