Por: Adán Lona
El pasado mes de enero el mundo del fútbol mexicano se vio sorprendido con la apareció de una nueva liga profesional de futbol, la Liga del Balompié Mexicano.
Si bien es cierto la Federación Mexicana de Fútbol FMF a través de sus diferentes categorías, tienen presencia en prácticamente todo el país, los lugares en el futbol profesional parecen ser insuficiente para la cantidad de jugadores.
Plazas en las que parecía imposible que llegara fútbol de primera división, jugadores que en su momento tuvieron que truncar su camino hacia el profesionalismo, han visto en esta naciente liga una nueva oportunidad.
Un proyecto que en teoría luce bien estructurado, y que cuenta además con el respaldo de figuras de la talla de Carlos Salcido y Ramón Morales, han dado pasos firmes en algunos aspectos, sin embargo existen otros en los que aún quedan muchas dudas.
Es innegable la buena respuesta que se ha tenido de los empresarios hacia la LBM, actualmente ya son 14 los equipos confirmados para la primera temporada, y teniendo un buen número de equipos en espera de cumplir los requerimientos para su afiliación.
Su reciente afiliación de la CONIFA (Confederación de Asociaciones Independientes de Fútbol) es un ejemplo de la certeza que le quieren dar a sus afiliados, y una muestra de que los primeros pasos para cimentar la liga están dados.
Sin embargo, no podemos olvidar que el fútbol profesional es un negocio y la premisa de cualquier negocio es ser autosustentable; es justo en este apartado donde empiezan a surgir las dudas, si bien ya se cuenta con un patrocinador global para proveer los uniformes a los equipos, para los balones oficiales de liga, entre algunos otros, aun se carece del más importante que es la televisión.
En la actualidad el presupuesto de los equipos de fútbol depende en gran medida al ingreso que perciben por concepto de la transmisión de sus partidos, ya que difícilmente estos pueden subsistir únicamente de taquilla y esquilmos, los cuales tampoco existirán al menos en el segundo semestre del presente año a consecuencia de la pandemia.
Tomando en cuenta que las dos grandes televisoras abiertas en México (Televisa y Azteca) tienen equipos en la Liga de la Competencia, ¿creen ustedes que le apostarían a esta nueva liga?; la otra opción sería la televisión restringida como lo son Fox Sports, ESPN, etc. Pero estas al ser socios comerciales de las primeras, difícilmente arriesgarían sus convenios, por lo que también podemos ir descartando estas posibilidades.
Si además se confirma en el supuesto boicot que pretender hacer la Liga MX, que va desde evitar la utilización compartida de sus estadios, hasta exclusividad de los grandes patrocinadores del futbol como son las refresqueras, cerveceras, pinturas, y demás rubros, la situación comercial de la Liga del Balompié Mexicano luce totalmente endeble.
A esto podemos sumarle decisiones administrativas polémicas en algunos de sus equipos, como la llegada de Gustavo Matosas al Club Veracruzano de Fútbol, quien fue señalado por supuestos actos de corrupción cuando este se encontraba dirigiendo al San Luis, la abrupta salida de entrenadores como es el caso Lalo Bacas del Real San José (equipo aún sin confirmar) y de Ricardo Rayas con el Chapulineros de Oaxaca o la más reciente, el caso del jugador colombiano Franco Arizala que el pasado 11 de julio fue anunciado como refuerzo del Club Veracruzano y dos días después aparece presentado exámenes médicos con los Alebrijes de Oaxaca (Liga de Desarrollo).
De superar las vicisitudes que se les han venido presentando, seguramente será una buena opción para aquellos futbolistas que buscan una oportunidad y para el aficionado, que decepcionado de los turbios manejos de la Liga MX busca nuevas alternativas para poder seguir disfrutando de su deporte favorito.
El panorama actual no luce alentador, pero el tiempo pondrá las cosas en su lugar, y seguramente pronto les estaré escribiendo de una liga consolidada o en su defecto una simple anécdota de la Liga que quiso competir contra los caciques del futbol mexicano.
