Irapuato, Guanajuato. – Arturo, un florista del municipio de Irapuato, compartió sus reflexiones sobre cómo la tradición de regalar flores sigue estando viva, especialmente entre los jóvenes de la ciudad, su negocio, que tiene casi 50 años de existencia, le ha brindado atención a múltiple cartera de clientes, de diferentes sectores de edad.
Arturo comentó: “siempre he creído que el gesto de regalar flores es una forma hermosa de expresar amor y afecto. Aunque vivimos en una era digital y moderna, es reconfortante saber que los jóvenes aún valoran esta tradición”.
Entre sus clientes más antiguos, se encuentran aquellos con edades que oscilan entre los 30 y los 50 años, quienes han confiado en su experiencia y servicio a lo largo de los años, sin embargo, también ha establecido vínculos con clientela de un rango de edad más joven, lo que ha contribuido a tener esta percepción de que aun se conserva “viva esta tradición”.
Arturo compartió que comenzó a trabajar por necesidad “como todo el mundo”, pero poco a poco descubrió lo que realmente le apasionaba, y vender flores se convirtió en mi verdadera vocación.
Lo que hace que su negocio sea aún más especial es su historia familiar, a lo largo de su existencia, solo ha cambiado de propietario una vez, y desde entonces, ha sido un negocio que ha perdurado de generación en generación, esta herencia se refleja en la atención “personalizada y la calidad” de las flores que ofrecen.
En cuanto a la gama de productos que ofrecen, Arturo señaló que su negocio satisface a una amplia variedad de clientes. “Tenemos opciones para todos los presupuestos”, dijo. “Desde ramos de flores económicas que comienzan en solo 70 pesos hasta pedidos más especializados con precios más elevados”.
