Italia
Italia no fue capaz de remontar ante Suecia con el fin de calificar para el Mundial de Rusia 2018. Para la azzurra la situación puede ser crítica en lo económico además de en lo deportivo. Había alrededor de 100 millones de euros en juego y la ausencia en el torneo causará un enorme daño a nivel de imagen, así como en la falta de efectivo inmediato.
Comenzando por esto último, cabe señalar que para Rusia 2018 el total de las contribuciones económicas ascenderá a 791 millones de dólares. Esto supone un reparto considerablemente más alto que la edición anterior de 2014 que se disputó Brasil, cuando llegó a 576 millones (incluidos 100 para las aseguradoras de juegos y 70 para los clubes propietarios de los jugadores. La mayoría de estos recursos, 400 millones, se reservarán para los 32 equipos que participan en la fase final (fueron 358 millones de Brasil).
En Rusia, cada uno de los 32 finalistas debería recibir 1,5 millones por participar, mientras que los 16 eliminados en la fase de grupos se embolsarían hasta 8 millones cada uno. Los dos finalistas podrían llegar a 38 millones para el ganador y 28 para el segundo clasificado. Si suponemos que Italia llegara a cuartos de final habría sido posible predecir unos 18 millones.
No ir a Rusia provoca una devaluación de la marca de la selección italiana, que tiene sin duda fuertes efectos sobre los ingresos de los patrocinadores y la televisión que ascienden a alrededor de 70 millones en la actualidad e hipotecará los que se firmen de cara a la próxima Euro 2020 y en para el Mundial de Qatar 2022.
Otras consecuencias negativas también aparece en los contratos de televisión Los Azzurri garantizan un promedio de 12 millones de espectadores. En la Copa del Mundo de 2014, la audiencia promedio ascendió a 17,7 millones de espectadores, con un share del 81%.
La audiencia mundial acumulada en 2014 superó los 1.200 millones de espectadores, con casi 42 horas de visibilidad televisiva para los patrocinadores de la federación italiana. Es por eso que Rai paga unos 26 millones de derechos de televisión. Un pago menos justificable en el futuro para una selección que está fuera de la Copa del Mundo.
