Irapuato, Guanajuato
Guadalupe Romero Pérez de 73 años, al parecer es originario de Irapuato, pero por azares del destino se encuentra en Los Cabos, donde supuestamente recibe malos tratos y quiere regresar. El hombre aparentemente no sabe la forma para comunicarse con su familia.
A través de una publicación llamada “Buscando Desaparecidos en Frontera”, fue dado a conocer el caso en el que Guadalupe Romero, llegó a una casa a vender elotes; ahí se puso a llorar al relatar su historia.
El “irapuatense”, al parecer era explotado en Los Cabos, al hacerlo trabajar como “cerillo” en un centro comercial por la mañana y por las tardes vendiendo elotes.
“Este señor llego ofreciendo sus elotitos que vendía a la casa de mi cuñada aquí en los cabos. Pero al ver que ya era muy noche y el seguía trabajando, le ofrecimos de cenar y un refresquito lo cual acepto. Lleno de lágrimas le insistimos, fue que nos dijo que se llamaba Guadalupe Romero”.
En el relato dice que investigando en qué lugar vivía dice que una familia le dio asilo, pero lo mandan a trabajar todo el día y como no sabe cómo comunicarse con su familia no le ha quedado más remedio que seguir doblando turno.
El hombre dijo que tiene un hermano que trabaja en una reaccionaria y otro que trabaja en luz y fuerza o trabajaban, cuando salió de su casa en calle Guerrero #223 en Irapuato, Guanajuato.
