La inflación a los consumidores registró una desaceleración en la primera quincena del año, con lo cual quedó en línea con las expectativas del mercado, de acuerdo con los datos divulgados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En los primeros 15 días del 2022, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) mostró un avance quincenal de 0.39%, mientras que en comparación anual los precios mostraron un incremento de 7.13 por ciento.
Con ello, la inflación se desaceleró desde el dato de 7.26% de la última quincena del 2021, e hiló tres quincenas consecutivas a la baja; sin embargo, es la mayor tasa que se registra para un inicio de año desde el 2001, cuando la inflación al inicio del año fue de 8.37 por ciento.
El dato quedó en línea con las expectativas del mercado, que de acuerdo con un sondeo de Reuters esperaban la inflación de 7.13%, esto ante menores presiones en el rubro no subyacente; sin embargo, la inflación subyacente continuaría como la mayor presión.
Desde el año pasado, los precios al consumidor han puesto en jaque a diferentes naciones por los altos niveles que han presentado en una coyuntura donde la reactivación de la economía ha incrementado la demanda de ciertos productos, pero a la vez se generan choques de oferta y escasez de ciertos bienes.
De esta manera, desde marzo del año pasado la inflación se ha ubicado por encima del objetivo del Banco de México (Banxico) de 3% +/-1 punto porcentual, y ha llevado al banco central a incrementar su tasa de referencia.
Alimentos presionan
Al interior del reporte se observó que la mayor presión se ocasionó en el rubro subyacente, el cual es el que considera el Banxico para la toma de decisiones y el que se ha visto más afectado por las presiones ante mayor demanda de ciertas mercancías. Así, este rubro alcanzó una tasa anual de 6.11 por ciento.
Dentro de la inflación subyacente se observó que los alimentos, bebidas y tabaco tuvieron la mayor incidencia, es decir, un mayor peso en el índice general. Estos bienes se encarecieron 8.67% anual en la primera quincena del año, mientras que las mercancías no alimenticias subieron 6.81 por ciento.
A inicio de año se llevó a cabo la actualización del IEPS a refrescos y cigarros, lo cual hizo que, por ejemplo, estos últimos mostraran un incremento en su precio de venta al pasar de 66 a 70 pesos en algunas ciudades del país.
En el caso de los servicios, estos mantuvieron una menor inflación, con un incremento anual de 4.24 por ciento.
La inflación no subyacente, por su parte, mostró una tasa de 10.21% en la primera quincena de enero. Al interior, las presiones se originaron en las frutas y verduras, cuya alza fue de 19.64%, mientras que los energéticos de 7.83 por ciento.
Limón, por los cielos
Desde inicio de año se reportó que el precio del limón se empezó a encarecer hasta llegar, en algunas ciudades, a 80 pesos por kilo. De acuerdo con el Inegi, fue este genérico con precio al alza que mayor peso tuvo en la inflación quincenal, ya que se encareció 36.84% en comparación con la quincena previa.
Le siguió la gasolina magna, la cual si bien su incremento fue de apenas 0.98%, el peso que tuvo en el índice general fue mayor. En tanto, las loncherías, fondas, torterías y taquerías se encarecieron 0.92%, mientras que la papa y otros tubérculos 11.62% y los cigarrillos 3.62 por ciento.
En contraste, los bienes y productos con precios a la baja que mostraron un mayor peso en la inflación fueron el jitomate, cuyo precio disminuyó 15.21% en la primera quincena del año. Le siguieron el transporte aéreo y los servicios turísticos en paquete, con 33.66 y 12.41% respectivamente.
En tanto, el gas doméstico LP disminuyó su precio en 1.14% y el tomate verde en 10.93 por ciento.