Un hombre asesinó a tiros al prometido de su exnovia y luego se quitó la vida frente a ella en una doble muerte que conmovió a la opinión pública de Polonia, país donde ocurrieron los hechos.
El homicidio y suicidio ocurrió en la ciudad de Poznan, a unos kilómetros de Varsovia, donde el bloguero y activista Konrad Domagala celebraba el compromiso con su novia, el cual anunciaron el pasado 7 de julio mediante sus redes sociales, una joven identificada como Julia Harmacilska, en el restaurante del hotel NH de la ciudad.
No obstante, no contaba que aparecería allí Mikolaj Bachosz, exnovio de Julia, quien disparó sin mediar palabra contra el joven, quien tenía 30 años de edad y era originario de la ciudad de Lodz, en el centro del país.
En un video rápidamente viralizado en redes sociales, se puede apreciar cómo la joven, de 20 años de edad, grita desesperada al ver a su pareja tendida en el suelo, donde Bachosz lo remata con un tiro de gracia.
Instantes después, el exnovio se quita tranquilamente la gorra que traía puesta y acto seguido atenta contra su propia vida, disparándose en la cabeza ante la mirada atónita de la joven.
De acuerdo con los servicios de emergencia locales, Konrad Domagala murió instantáneamente debido a las heridas que sufrió, mientras que Mikolaj Bachosz aún logró llegar con vida al hospital, pero murió a pesar de los esfuerzos de los médicos.
“Ayer, a plena luz del día, dispararon a un joven frente a su prometida. Probablemente fue la persona más positiva y alegre que conocí. Era un artista, un blogger, siempre sonriente y amable. Trabajamos juntos, grabamos vídeos, e incluso tuve el placer de mostrarle el Murowana Inn cuando me visitó durante la campaña electoral. La sociedad ha perdido a un hombre valioso que tenía mucho más que ofrecer.
“Sin embargo, fue igual de impactante para mí descubrir que su asesino también era amigo mío. Este fue también un hombre joven e inteligente, de quien pensé que nunca hubiera tomado un arma y disparar. No puedo imaginar lo que debe haber estado pasando por su cabeza para cometer un crimen tan cruel, pero esto es inexcusable”, señaló el fotógrafo Kamil Grzebyta, amigo de ambos hombres.