Cuerámaro, Guanajuato.- María Torres Castillo, conocida como la señora Mari a sus 76 años es una mujer reconocida y muy querida en Cuerámaro por su sazón.
La cueramarense emprendió en el mundo del comercio por necesidad cuando lamentablemente quedo viuda y con sus hijos pequeños tuvo que idear que hacer para sacarlos adelante.
“Yo tenía 32 años, me quede solita con 6 hijos, no tenía donde vivir ni nada y desde hace más de 40 años que estoy dentro del mercado vendiendo chiles rellenos, pancita, caldos, moles y muchas cosas más”, mencionó.
Mari recuerda como sus hijos se convirtieron en un pilar fundamental, además de un apoyo constante para ella pues señaló que se turnaban para ayudarle en el negocio cuando salían de sus escuelas.
“Siento muy bonito que toda la gente me sigue, yo les digo a mis trabajadoras que mi negocio esta bendito, aparte de que los padres si han pasado a bendecirlos, gracias a Dios nunca nos falta gente, siempre mi negocio tiene clientes, yo le doy gracias a Dios porque a pesar de mis años aún tengo trabajo y me visita mi gente bonita”, explicó.
Para Mari, su trabajo es lo mejor, lo disfruta inmensamente y transmite la felicidad a sus clientes, la cueramarense dijo que le apasiona la cocina y bendice a sus clientes.
“Yo agradezco a la gente por todo su cariño y preferencia, les mando muchas bendiciones porque desde el primer día que yo llegué aquí hace más de 40 años nunca he estado sola”, finalizó.
