Actualmente el salario mínimo para los mexicanos es de 88 pesos con 36 pesos, pero puede que en 2019, este sea dos veces más que eso.
La idea es beneficiar a 9 millones de trabajadores y sus familias con una mensualidad que “los ayude a alcanzar una vida digna”.
Fue en septiembre pasado cuando se aprobó un exhorto al Gobierno de México para fijar el aumento salarial a partir de enero de 2019.
En la página oficial del Senado, se describe el proyecto de esta manera:
Los Senadores del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, con punto de acuerdo que exhorta al Gobierno Federal y la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos a establecer las bases y los elementos para fijar un salario mínimo de 176.72 pesos a nivel nacional a partir de enero de 2019, que pueda garantizar una vida digna para todas las trabajadoras y trabajadores del país y de sus familias”.
La iniciativa también se extendió a la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami).
Por su parte, la bancada de Morena presentó un paquete de reformas diseñadas para crear un subsidio que permita incrementar el salario mínimo, medida que incluso los integrantes de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), han apoyado.
María Luis Alcalde, Secretaria de Trabajo y Previsión Social, reiteró la necesidad de que en 2019 se aumente el salario mínimo.
La ministra indicó que prácticamente hay consenso con todos los sectores (empresarial y obrero) y que ya se habla con autoridades de Hacienda para acelerar este proyecto sin generar ningún riesgo de inflación.
Por otro lado, la Coparmex indica que el poder adquisitivo del salario mínimo cayó 55% desde 1982, lo que demuestra la necesidad de adecuar la cantidad que perciben los trabajadores mexicanos al esquema económico actual.
El salario actual, que ha recibido dos incrementos en los últimos años, solo alcanza a cubrir el 89% de la canasta alimentaria y no alimentaria actual, según cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Esto posiciona al salario mínimo mexicano entre los más bajos de América Latina, y solo superior al que se percibe en Cuba y Venezuela.
