Huanímaro, Guanajuato. – Isabel de 66 años originaria de la comunidad de Otates perteneciente al municipio de Huanímaro contó que el Señor de la Misericordia santo patrono de la comunidad le ha brindado paz y tranquilidad a su vida pues ha intercedido incontables veces por ella y su amada familia.
“Mi hijo Francisco, se fue de ilegal y se fue por el desierto hace unos 6 años aproximadamente y él me decía que ya no cruzaba, ya no llegaba por lo cansado que estaba y recuerdo muy bien que ese domingo yo le pedí al padre antes de misa que pidiera por mi hijo y así fue”, relató
Isabel ya tenía 22 días que no sabía nada de Francisco, después ambos se contaron que ese mismo domingo él se encontraba tirado en medio del desierto, sin ánimos y extremadamente agotado, pero algo le dio fuerza para levantarse y continuar con su camino.
“Fue un milagro dijo mi hijo, pues quien los guiaba ya no regreso y los abandono, el ya sentía que se iba a morir y se dejó caer en el desierto, hasta ahorita no sabe ni como explicar la fuerza que llegó a su cuerpo que le permitió seguir adelante”, dijo.
La huanimarense contó que después de eso la “migra” lo detuvo y estuvo en prisión un tiempo, pero para ella siempre estuvo en sus oraciones.
“El Señor de la Misericordia intercedió por mí y por mi hijo y gracias a Dios ya está conmigo aquí en su tierra saliendo adelante todos los días”, mencionó.
Isabel concluyó señalando que todos los días le da las gracias al Señor de la Misericordia por tanto que ha hecho por ella y su familia.
