Irapuato, Guanajuato. – La situación de drenaje en la comunidad El Carrizal Grande al parecer ha generado “preocupación” y “descontento” ya que usualmente flota el agua de los pozos de visita generando molestar en sus pobladores. Los afectados dijeron que se enfrentan a un problema “crónico” de aguas residuales que afecta tanto la salud como el bienestar de la comunidad.
La separación del Comité adjunto al del agua potable de la comunidad, encargado de resolver estas cuestiones, y los problemas relacionados con el manejo de las operaciones agravan aún más la situación.
Hasta hace poco el Comité adjunto al del agua Potable de la comunidad estaba conformado por, Valentín Morales quien ocupaba el cargo de tesorero, Rosario Limas se desempeñaba como presidenta, y Martha ejercía como secretaria.
Este grupo se reunía para encontrar soluciones a los problemas que la comunidad enfrentaba en relación al drenaje y las aguas residuales.
Uno de los principales conflictos fue el manejo del cárcamo de aguas residuales, según ellos y tenía una deuda acumulada de casi 30 mil pesos; el comité estaba a cargo de recaudar fondos para cubrir esta deuda y para pagar al velador del cárcamo, así como los gastos de desazolvar.
Los aumentos en los costos de desazolve, proporcionados por la Junta de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio (JAPAMI), han hecho que la comunidad no pueda atender esta problemática por problemas financieros, en donde hace más de seis años, el costo era de poco más de 2 mil pesos, mientras que actualmente enfrentan una tarifa de 3,670 pesos por hora.
La obra de drenaje, según se ha informado a los habitantes, ya fue entregada, sin embargo, algunos miembros de la comunidad afirmaron que no hay constancia de las firmas de la delegada de aquel entonces ni de ningún representante comunitario en los documentos.
Además, la condición en que quedó la obra supuestamente ha causado molestias, generando una serie de problemas adicionales para los residentes.
Los efectos del problema de drenaje son amplios, las aguas estancadas y los lodos no solo generan incomodidades, sino que también pueden traer consigo bacterias y otros contaminantes; la comunidad se ha visto afectada en términos de salud pública y calidad de vida, dijeron los afectados.
Residentes de la parte baja de la comunidad, como Arroyo de Santa Rita y Anselmo Mosqueda, al parecer son los más afectados por este problema.
