Irapuato, Guanajuato
Ataviado con sombrero, un saco café, camisa blanca y las clásicas botas que lo identificaron durante su sexenio, Vicente Fox Quezada se robó una de las tardes en la Expoagrolimentaria.
El ex presidente de México, iba a recibir un reconocimiento por los organizadores, pero el momento cúspide no era el aplauso de los emprendedores que lo iban a homenajear, sino las miradas, fotografías y selfies de los visitantes.
“Ya viste quién es” se escuchaba entre los pasillos de la expo, “ya llegó”, “quiero una foto”, “mira también viene martita” y otros tantos comentarios se decían en torno a la visita de Vicente Fox que parecía una verdadera estrella de cine o de la farándula.
El guanajuatense no podía dar un paso, sin que expositores, edecanes, campesinos, fotógrafos, periodistas, estudiantes, es decir, una gran mayoría de visitantes, le pidieran una foto, un saludo o algo para poder tener e recuerdo.
Fox desde lejos robaba la mirada de las personas, inclusive cuando paso por un pabellón francés, los expositores estaban incrédulos de lo que pasaba, pues aunque no sabían de él, los comentarios bastaban para hacer ver que era una figura de la política mexicana.
“Chente” como se le conoce, no se mostró molesto o arrogante, por el contrario, parecía actor, artista o cantante y a su paso con su pareja de vida Martha Sahagun los pasillos de la expoagrolimentaria, hicieron las veces de la llamada alfombra roja, que hizo suponer que Fox es un divo de Guanajuato.
