Esta abuela de gran corazón llamada María celebró su cumpleaños número 89 en su casa de Brasil. Pero no fue un acontecimiento aburrido. Todo lo contrario.
Fue una celebración con la que la mayoría de la gente sólo puede soñar. María tiene muchos amigos peludos, al menos 10.
La abuela comparte su hogar con su hija, la familia de ésta y una alegre manada de adorables perros, 10 en total. Para ellos, María es la encarnación de la bondad y el amor. Y se asegura de que todos sus perros tengan suficiente.
“¡La casa está muy ocupada!” dijo Vitoria Abencoada, la hija de María. “Le encanta vivir con animales. Le encanta acurrucarse con ellos”. Así que era lógico que, cuando llegara el cumpleaños de María, todos esos cachorros hicieran una fiesta.
Los perros se sentaron junto a María en la mesa mientras se iniciaba la celebración. Y ningún cumple estaría completo, por supuesto, sin una canción de cumpleaños.
Rodeada de tanto amor, la abuela María estaba radiante. Todo fue perfecto.
“¡A los perros les encantó participar en la fiesta de la abuela!” dijo Abencoada. “Aquí se los trata como parte de la familia. Participan en todo”.
También se sirvió una deliciosa comida: dulces para las personas y algunas golosinas para los cachorros. Todos contentos.
A lo largo de sus muchas décadas de vida, la abuela María vivió sin duda su buena dosis de alegrías y celebraciones. Quizá demasiadas para contarlas.
Pero gracias a su amor por los animales -y el amor de éstos por ella-, después de 89 años, todo sigue mejorando.