Irapuato, Guanajuato.- J. Cruz Vázquez Chávez mejor conocido como “Crucito” lleva 34 años y seis meses laborando como tránsito de la ciudad; recordó que fue por su papá quien trabajó 30 años para Seguridad Pública que se convirtió en quien es.
Actualmente “Crucito”, vestido de “tamarindo” se encuentra laborando en el primer cuadro de la ciudad, afuera de la Presidencia Municipal controlando la circulación y estacionando los coches.
Explicó que la gente lo conoce con ese diminutivo “derivado de mi nombre Cruz y a lo mejor también derivado de mí, en apreciativo por mi tamaño, no en mofa sino en sentimiento”.
“Crucito” se siente congratulado de ser tránsito porque es un oficio que le apasiona, y aunque le ha dejado anécdotas malas también muchas buenas.
“Es congratulante trabajar en esta área donde te gusta, yo creo que cualquier trabajo es congratulante y satisfactorio y más cuando uno hace las cosas lo mejor que puede y yo procuro hacer mi trabajo lo mejor que puedo, gracias a Dios, gracias a la sociedad y a mi familia que me apoya en mi decisión en este trabajo que a veces es pesado, de repente justo pero congratulante y bonito”, dijo.
A los 20 años, J. Cruz Vázquez entró a Seguridad Pública en Policía Vial, luego de quedarse sin trabajo en la constructora para la que trabajaba, pero por su papá fue que descubrió que ser tránsito era su pasión.
“Me dicen — sabes que se acabó el trabajo, en febrero vamos a agarrar trabajo—para eso por medio de mi papá, de hecho está pensionado de Seguridad Pública me invitó a trabajar aquí por medio de un amigo Juan José González que aún vive todavía, me invitó a trabajar, de hecho no me gustaba yo pensaba en febrero cuando me llamaran de la constructora continuar ahí y hasta la fecha aquí estoy trabajando con 34 años de servicio”, apuntó “Crucito”.
Un hecho que recordó como una experiencia crítica en los primeros años de su carrera como tránsito fue un marzo de 1984 “me dirigía a mi casa en la colonia Irapuato, fui agredido junto a mi hermano por unos viciosos, nos pusieron una mega golpiza, estuve varios meses incapacitado por fractura de algunas costillas, una mano, es una experiencia crítica pero también viene lo bueno…”.
Por su gran labor como elemento de la Policía Vial, en ese entonces, durante la administración municipal de Salvador Pérez Godínez, “Crucito” se convirtió en el destacado del mes en dos ocasiones e incluso agente del año y se lo reconocieron con un viaje a la playa.
“Me fui a Puerto Vallarta con la familia, me dieron 7 mil pesos en efectivo por parte de la Presidencia, Flecha Amarilla puso los viajes, un centro hotelero puso el hotel en Puerto Vallarta y son de las anécdotas más grandes, de hecho aún tengo recuerdos, fotografías y entrevistas que avalan lo que pasó hace ya muchos años pero como si hubiese sido ayer”, contó.
A sus 54 años J. Cruz Vázquez esos reconocimientos le han dado la pauta para hacer las cosas lo mejor que puede, “no soy un santo ni mucho menos pero tampoco me considero tan mala onda como dice la gente de ahorita”, comentó.
Su familia, ha sido un respaldo en su vida y en su carrera, está casado, tiene una hija de 21 años y una nieta de 1 año y medio, quienes son su inspiración todos los días.
Platicó que su hija “se siente orgullosa de su papi; le mostraba fotos, se las presumía a sus compañeritas de escuela cuando estaba en la prepa o la secundaria—mira este es mi papá, les decía—“.
