Pénjamo, Guanajuato
La osamenta de un hombre que al parecer recibió un disparo en la cabeza, fue encontrada en el mismo cerro en el que hace apenas una semana, habían sido hallados los restos de lo que al parecer se trataba de un policía. Al igual que el otro cuerpo, también se desconoce de quién se trataba.
El hecho ocurrió en el poblado de San Ignacio de Álvarez y San Marcos, en una zona que se encuentra en los límites de Guanajuato y Michoacán; los restos que fueron localizados, aún tenían algunas ropas, entre ellas un pantalón, una camisa y unas botas.
En relación a la forma que perdió la vida el hoy occiso, sólo se pudo conocer que el cráneo tenía un impacto de lo que al parecer era una bala; el cuerpo estaba semi-enterrado en una zona con bastante vegetación, no tenía una identificación y supuestamente no hubo testigos que pudieran haber escuchado qué fue lo que ocurrió.
Apenas cinco días antes, los restos óseos de lo que al parecer era un policía, fueron encontrados en una fosa localizada entre los poblados en mención; los huesos al parecer podrían tener varios meses de haber sido enterrados.
El hallazgo lo hicieron unos campesinos que al parecer observaron lo que supuestamente era la parte de una extremidad que alcanzaba a salir de un montón de tierra en una zona de difícil acceso, donde para llegar al sitio hay que ir caminando.
