Científica UG investiga hígado graso en jóvenes y cómo revertirlo con citrulina

Ante el avance de la obesidad entre la población -asociada a múltiples enfermedades-, investigaciones como la de la Dra. María Eugenia Garay Sevilla, académica de la Universidad de Guanajuato (UG), constituyen importantes aportaciones para mejorar la calidad de vida de las personas.

La Dra. Garay Sevilla actualmente es profesora investigadora en el Departamento de Ciencias Médicas de la División de Ciencias de la Salud del Campus León de la UG, su trabajo se centra en las enfermedades metabólicas con enfoque en la evaluación de diferentes marcadores de progresión de complicaciones, así como en los llamados, Productos Finales de Glicación (AGEs por sus siglas en inglés).

En los últimos años ha estudiado a jóvenes e infantes con obesidad y riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas crónicas con un enfoque preventivo. Inició con el estudio de la diabetes y sus aspectos psicosociales, hasta reconocer los marcadores que indicaban complicaciones, y su rápido avance. Entre estas enfermedades metabólicas están la diabetes, el hígado graso y la hipertensión, las cuales cada vez son más comunes en jóvenes e infantes.

Precisamente el año pasado concluyó un estudio centrado en esta población, en el que prácticamente todas las personas participantes, jóvenes entre 15 y 18 años, descubrieron que tenían hígado graso no alcohólico.

Ante este escenario, decidieron administrar citrulina a los jóvenes: “La citrulina es un aminoácido que se encuentra principalmente en la sandía, pero necesitan comer mucha sandía para que pueda tener efecto. Entonces nosotros los empezamos a suplementar con citrulina durante ocho semanas y después los evaluamos nuevamente, y encontramos que se revirtieron los efectos del hígado graso”.

Los efectos positivos fueron tales, que en aquellos jóvenes que presentaban hígado graso severo, pasó a moderado o leve. Los resultados fueron enviados a una revista británica para su publicación, misma que continúa a la espera. Actualmente desarrolla otro proyecto con efecto sumativo en la que no sólo administra citrulina, si no que la combina con actividad física, para evaluar qué tanto puede hacer retroceder el hígado graso con estas dos acciones.

Aún con estos resultados alentadores, la Dra. Garay no recomendó consumir sin prescripción o supervisión médica la citrulina, ya que, como cualquier suplemento, no se sabe que efectos pueda tener. Además, se debe considerar que hay muy pocos estudios sobre sus efectos, que convierte este trabajo único en el mundo, ya que, sólo se había realizado en adultos y esta es la primera vez que se ejecuta en jóvenes e infantes.

Por otro lado, la Dra. Garay Sevilla, compartió que esta investigación tuvo una importante participación de estudiantes, como Verónica Tovar, quien gracias a ello realizó su tesis y obtuvo el grado de Maestra en Ciencias. Dentro del Departamento, contó con el apoyo de la Dra. Lorena Ibarra Reynoso e incluso rebasó fronteras, ya que también hubo participación del Dr. Arturo Figueroa de la Texas Tech University.

Finalmente, un tema que no dejó pasar la también integrante del Sistema Nacional de Investigadores, nivel III, es la importancia de que más mujeres se sumen a la ciencia y que sigan preparándose, lo cual ha logrado transmitir sobre todo gracias a estudiantes suyas, quienes ahora ejercen puestos directivos en diferentes instituciones, y la invitan impartir conferencias para estimular a otras jóvenes a seguir este camino.

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