Abasolo, Guanajuato.- Rosendo de Jesús Medel Negrete mejor conocido como “Chendo” de 29 años de edad, hace unos días cumplió 10 años laborando en la Casa de la Cultura de Abasolo donde su discapacidad visual no ha sido ningún impedimento para salir adelante.
“Yo entré a trabajar en la Casa de la Cultura por el señor Abel Gallardo y la directora en ese entonces que era mi prima Cecy, fui a pedirles trabajo y con gusto me lo dieron”, explicó.
Para “Chendo”, lo mejor de su trabajo ha sido conocer gente de otros lugares y crear nuevas amistades, pues le fascina la cultura de otras partes del país y del mundo.
Adolfo, Sergio, Karina, Fernanda, Janeth, Elizabeth, Rosy y el profe Agustín han sido de sus mayores amigos dentro de la Casa de la Cultura.
Entre las cosas buenas, lo más complicado para Rosendo ha sido adaptarse a la vida cotidiana derivado a su discapacidad visual.
“Nací con esta discapacidad visual y he logrado desarrollar otras habilidades como el sentido del oído y no ha sido fácil pues he tenido que lidiar con muchas cosas, como en algunas ocasiones el desprecio de la gente”, relató.
El abasolense aprendió a tocar el teclado dentro de la casa de la cultura y al paso de los años lo ha ido perfeccionando.
“Mi mamá Silvia Negrete y mi hermana Dulce María que también es discapacitada son mi mayor motivación en la vida, mi mamá me dice que está muy orgullosa de mi porque salí adelante, que cualquier otro se hubiera rendido y talvez tiene razón, yo aquí estoy echándole ganas”, mencionó.
Rosendo concluyó agradeciendo a todas esas personas que han formado parte de su vida y lo han apoyado en todo momento.
