Hay que ser feliz hoy y todos los días
Ya tenía mucho que no escribía para mí o para otros, porque me he quedado en el trabajo y trabajo de trabajar, pero sin entenderme que es lo que pasa por mi cabeza, sin entender que aunque hay situaciones que pudieran ser consideradas como absurdas son realmente hermosas y de todas ellas se tiene que aprender.
Por ejemplo a diario hay muertos y muertos en las calles y todos se preguntan de quién es la culpa; culpan al gobierno, culpan a la inseguridad, culpan al país, nos culpamos, pero realmente a quiénes les toca frenar lo que pasa en México.
Desde un punto de vista muy personal, ¡Nos toca a todos¡, el otro día me encontré a una persona que iba a pedir un apoyo a una presidencia municipal y me decía que le faltaban dos tarritos y le dije para qué y me respondió que era para ir por “el atole con el dedo”.
El problema o uno de esos muchos problemas que había en su comunidad, era que el gobierno no pasaba por la basura, yo le decía, ¿por qué no buscan una alternativa sustentable? Y él me respondía que le tocaba a la presidencia, que no era posible que no pasará el camión y que no podían llevar a tirar la basura al basurero.
Me preguntó, por qué en lugar de quejarse y culpar, mejor hacer algo; las calles no se llenan de basura por arte de magia, las balas no se disparan por obra de Dios, lo negativo tiene una raíz que hay que atender de manera personal, es tiempo de tomar lo que nos toca a cada quien, apoyarnos sin mirar si el de enfrente le va mejor que a nosotros, es tiempo de que cambiemos el chip del hartazgo, por un pensamiento positivo, hay que ser feliz hoy y todos los días.
