Salamanca, Guanajuato
Según comentarios de un panteonero y una florista, han presenciado algunos eventos de índole paranormal e incluso de brujería en el interior como el exterior del panteón.
Vicky Ruiz, la florista que se encuentra a la entrada del panteón, relató historias en las que ella afirmó que presenció lo que bien pudieran ser entes o fantasmas que tenían poco de morir e incluso le pedían flores.
Es el caso de una señorita que asistió al panteón y le preguntaba por su hermana y Vicky le respondió que esta no se había presentado, sin embargo su mamá sí, a lo cual le dio una descripción física y de su prendas, ya que aprovechó para también comprar dos ramos de flores.
Asombrada por la respuesta de la florista, la señorita alterada comentó que su madre había fallecido poco días antes, pero… ¿la flores? Al entrar, estaban los dos ramos de flores a los costados de la tumba y jamás se volvió a saber nada de estas hermanas, comentó la florista.
El panteonero de nombre Diego Flores, por su parte, relató que ha habido ocasiones en las que personas van y toman tierra del panteón en bolsas y se las llevan, además de macabros hallazgos como animales muertos sobre tumbas, frascos enterrados con muñecos extraños y bolsas llenas de lo que pudieran ser “una brujería”.
Afirmó que la gente cuenta muchas historias y que jamás ha presenciado nada sobrenatural, y que nunca le ha pasado nada, aunque, en una ocasión mencionó que un doliente que visitaba a un hermano fallecido abrió una de esas bolsas con “brujería” que estaba junto a la tumba de su pariente con sus manos sin utilizar protección intentándola retirar.
Los parientes de la persona, según comentaron a Diego Flores, a partir de aquella ocasión cayó enfermo y al año falleció, incluso afirmó que él mismo lo había sepultado.
La historia popular que según narró el panteonero, es acerca de la “Niña Araña”, la cual se convirtió en una de las leyendas de horror de esa zona, la cual relató un taxista cómo una pequeña niña de aproximadamente 10 años, la cual llevó de pasaje, al llegar a su destino por el panteón, trepaba las paredes del cementerio simulando una araña y con los ojos rojos volteaba casi totalmente la cabeza, y el taxista al verla, no sin antes avisar a la base, murió de manera súbita.
