El agua toca a sus puertas, la amenaza es constante, pero es su casa

Pénjamo, Guanajuato.- Pese a la constante amenaza del agua a la puerta de la casa y el riesgo de una creciente durante la noche, vivir entre el agua parece ser habitual ya para muchas familias que habitan a las orillas del río Lerma en la población de Santa Ana Pacueco en el municipio de Pénjamo. Prefieren eso que dejar sus cosas o casa y sean víctimas de la rapiña.

Casi cada año hay alertas por las crecientes del río Lerma, los niveles de los bordos y de las presas son una constante en temporada de lluvias, pero para las casi 115 familias de la orilla del Lerma en esta población es casi habitual, “ha habido años peores aseguran algunos pobladores”.

“El agua ya llega a la puerta, a veces se quiere pasar, nos las ingeniamos para salir de la casa y atravesar el agua, con botas o ponemos algo sobre que pisar, pero no nos vamos, casi nadie se va porque aquí tenemos todo y si nos vamos lo perdemos y no por el agua” asegura Ricardo Camacho habitante de ésta zona.

Pese a la alerta que durante algunos días emitió Protección Civil y el Servicio Meteorológico Nacional y el llamado de autoridades para evacuar a, al menos 4 docenas de familias que ya contaban con agua en el interior de sus domicilios, los santanenses no se lo toman “tan en serio”.

Si bien es cierto que las fuertes lluvias cesaron durante las últimas 48 horas y hay avisos de que empiezan a ceder los niveles del Lerma, el agua prevalece desbordada del cauce del río Lerma y en muchos casos en el interior de los domicilios, pero eso no llevará a que los pobladores de éste asentamiento irregular, como otros años, dejen sus propiedades.

“Nos echamos la mano siempre, si ya llego a mi casa el agua muevo mis cosas más valiosas a casa de alguna comadre o vecino donde todavía no llega y así nos la llevamos para poder seguir aquí y aguantar la temporada, ya pasaron muchos años y sabemos que sube el río, pero luego baja no tiene caso que nos vayamos” dice la señora Carmela.

Puede haber una creciente durante la noche que les impidiera salir a tiempo y evitar perder la vida, incrementa la presencia de fauna nociva, se camina y vive entre el agua, el riesgo de accidentes para las personas y niños que pudieran caer al río, la proliferación de enfermedades o focos de infección donde el agua se estanca, son solo algunos de los problemas que enfrentan las decenas de familias que deciden como cada año, permanecer en sus casas.

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